Todos tenemos una guía interior: nuestros valores e intuiciones. Pero el ritmo frenético de vida que llevamos, malas experiencias, o exponernos tanto desafortunados lugares comunes, pueden hacer tambalear nuestros propios cimientos. De vez en cuando, necesitamos que alguien de fuera nos recuerde qué es lo importante de verdad.
He tenido la suerte de escuchar a Víctor Küppers en persona y vaya, qué chute de motivación y de energía. La sesión constaba de dos bloques, uno sobre la importancia de la actitud y otro sobre ventas.
Solo voy a enumerar las principales palabras clave del primero, para picar tu curiosidad, si no lo conoces todavía, y te animes a leer si libro Vivir la Vida con Sentidoo ver sus vídeos en YouTube. Te quedarás con un ¿y? Investiga un poco más y descubrirás el ¡ah! 😉
Sonríe. Tú decides.
Sé buena. Amabilidad. Compasión.
Sal del bucle. Relativizar. ¿A mí qué me quita la alegría?
Cuida lo más importante. Cariño. Lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo mas important, como decía Stephen Covey.
Ponte ilusiones.
Pasión por todo.
Sé agradecida.
TÚ ELIGES
En cuanto al segundo bloque de la sesión, wow. A cada una le da la crisis de la mediana edad de una forma. En mi caso, empecé a cuestionarme mi carrera profesional: “Pero yo cómo he llegado hasta aquí. De pequeña nunca soñé con ser la Directora Comercial de una plataforma de Afiliación. Qué sentido tiene mi trabajo.” Y así sonaba ese disco rayado en mi cabeza. Resulta que ser vendedor no es una carrera vocacional para nadie. Y qué. Es una profesión fantástica con grandes ventajas. Entonces empiezas a desmadejar el ovillo.
Yo elegí este trabajo por su maravillosa flexibilidad de horario y porque me permite trabajar en remoto cuando lo necesite, para ser más productiva o para tener más fácil la conciliación. Tengo el lujo de recoger a mis hijos en el cole casi todas las tardes. Además, la remuneración me permite tener ayuda en casa (genero empleo, gano tiempo y energía), y regalar experiencias y formación extraescolar a mis niños.
¿Que no tiene un fin social? Bullshit. Si eres profesional estás ayudando a otras personas. Y mi empresa te ofrece 2 días de vacaciones al año para hacer voluntariado. Me da vergüenza admitir que solo lo he disfrutado una vez. Basta de ponerme excusas a mí misma.
Me encantó cómo logra dignificar mi profesión y cómo aboga por ser cracks y no chusqueros. Hacer las cosas bien es la mejor motivación para desempeñar cualquier rol, sea en el oficio que sea.
Sí, yo ya sabía mucho de esto. Consumíamos la información que reafirme lo que ya pensamos. Por eso, qué bien sienta que te lo digan otra vez.
Mozart era un genio celestial, pero tuvo que luchar como un simple mortal durante su adolescencia, y hasta los veintipocos. Aunque ya era un escritor prolífico, tuvo que trabajar como organista y maestro de conciertos en su Salzsburgo nativo para llegar a fin de mes. Mal pagado, insatisfecho y acorralado por actuaciones mediocres, sintió un ardiente deseo de dedicar más tiempo y energía a su arte. Entonces, tras un tiempo de duda y deliberación, eso es exactamente lo que hizo. Dejó su trabajo, puso una tienda en Viena, y se embarcó en lo que resultó ser el periodo más productivo y creativo de su vida.
Incluso si no esperas alcanzar el nivel de maestría de Mozart, quizá te llama esta necesidad de liberarte de la convención. Tal vez sientas que tu trabajo es como pintar por números. Puede que lo hayas hecho todo correctamente: sacaste sobresaliente en la escuela, has trabajado duro y conseguido un trabajo bien remunerado. Pero estás cansada de ser como todos los demás. Quizás anhelas lograr algo que es «inequívocamente tú».
Si aspiras a hacer un trabajo que te llene más -digamos, montar una start-up o convertir tu hobby en una carrera establecida- crear un plan de acción puede ser desalentador. Aun así, unos cuantos nuevos libros sugieren que es completamente posible desarrollar los medios, el nervio y la claridad de propósito para crear tu propia visión del Don Gioavanni de Mozart.
En Aristotle’s Way, la clasicista Edith Hall describe la creencia del antiguo filósofo de que hacernos conscientes de nuestras habilidades, talentos, y aptitudes (dynamis) y después usar nuestros recursos para obtener lo máximo de ellas (energeia) es la base de vivir una vida plena. Si no estás trabajando para alcanzar tu potencial único – como hizo Mozart- es normal que te sientas insatisfecha. En este caso, dice Aristóteles, es tu deber hacer las cosas bien.
Nuestro yo no descansa pasivamente en espera de que lo encontremos, nuestra individualidad se construye en un proceso activo y continuo, en el verbo alemán werden, ‘convertirse’
Entonces, ¿qué te detiene? Rich Karlgaard, el editor de la revista Forbes y autor de Late Bloomers, argumenta que la obsesión de nuestra cultura por los logros tempranos nos disuade de perseguir nuestras pasiones. En lugar de tener intereses variados, estudiar temas amplios, y darnos nuestro tiempo -esenciales para el auto-descubrimiento- nos animan a hacer test, convertirnos en especialistas inmediatamente, y perseguir seguridad, estabilidad y carreras lucrativas. Como resultado, la mayor parte de nosotros acabamos eligiendo excelencia profesional por encima de la realización personal, y a menudo nos perdemos a nosotros mismos en el proceso. Según el periodista David Epstein, autor de Range, nuestra obsesión con la especialización ha inflitrado en las filas de entrenadores deportivos juveniles y de padres helicópteros, y desafía la lógica. Salvo que tu trabajo requiera tareas repetitivas, rutinarias, ser un especialista no es ningún activo.
Los autores de Dark Horse, Todd Rose y Ogi Ogas de la Escuela de Educación de Harvard, notaron los efectos negativos de la especialización temprana en un estudio de personas que salieron de la nada para alcanzar gran éxito. «A pesar de sentirse aburridos o frustrados, o abrumados», escriben, «estos ganadores inesperados trabajaron laboriosamente durante años antes de darse cuenta de que no estaban viviendo una vida plena.» Entonces, tras un periodo de silenciosa ambición, estas personas aparentemente mediocres -administrativos, ingenieros, IT managers- fueron capaces de transformar sus «antojos, predilecciones y fascinaciones» en carreras exitosas como sommeliers, emprendedores y artesanos.
Para impulsar este tipo de revolución en tu vida, Rose y Ogas sugieren crear un micromotivo, o un objetivo asociado a una actividad concreta que de verdad te inspire. Por ejemplo, cuando Korinne Belock dejó su trabajo como asistente político para crear Urban Simplicity, una firma que rediseña hogares y oficinas, su micromotivo fue «organizar espacio físico». No dijo «hacer algo creativo» o «emprender mi propio negocio». Estas declaraciones son demasiado generales y borrosas para causar efecto. En cambio, identificó una tarea que despertó en su interior una enorme cantidad de curiosidad y placer y la usó como guía.
Según avanzas, hay algunas cosas que debes tener en cuenta. La primera, nunca es demasiado tarde para «convertirte» en ti misma. Aristóteles, por ejemplo, no se dedicó por completo a la escritura y a la filosofía hasta que tenía casi 60. También hay beneficios en tomar un largo y sinuoso camino hacia la realización personal. Recuerda que la edad normalmente trae sabiduría, resiliencia, humildad, autoconocimiento y creatividad. Por este motivo, la edad media de los fundadores de start-ups de algo crecimiento es de 45. Citando el trabajo del sicólogo de desarrollo Erik Erikson, Karlgaard escribe, las «edades de 40 a 64 constituyen un periodo único donde nuestra creatividad y experiencia se combinan con un anhelo universal por hacer que nuestras vidas importen.»
Dicho esto, una vez que te has decidido por emprender el viaje, puede llevar años, si no más, alcanzar tu destino. Pero como muestra la investigación, pequeños cambios diarios pueden tener un efecto que lenta pero seguramente te acercará a la persona que crees que debes ser.
Si alguna vez te sientes atascada, piensa en Joanne, una mujer talentosa y creativa que saltó de un trabajo a otro durante sus veintitantos, trabajando como investigadora, secretaria, profesora de inglés. Sin opciones y clínicamente deprimida, se sentía como una total fracasada. Pero cogió ese sentimiento de despecho y lo empleó a su favor. Dado que no había tenido éxito siguiendo el camino estándar, se sitió liberada para hacer lo que siempre quiso: escribir novelas de fantasía para niños. Como contaba después, «Dejé de fingir que era otra cosa distinta de lo que de verdad era».
Seguramente has oido hablar de ella. Su seudónimo es J. K. Rowling.
Me encontré con una vecina en el aeropuerto y aprovechamos para volver juntas en taxi. Me decía «Recibo unos 140 corrreos al día; como hoy no he podido leerlos, mañana tendré 280». Espera, un momento. ¿280 mails? Si dedicamos unos 20 segundos a revisar cada uno de ellos y decidir si borramos / archivamos / delegamos / tomamos acción/ lo remomamos más tarde… ¿Hace falta una hora y media solo para gestionar la bandeja de entrada? ¿Eso son 170 horas al año? ¿Estoy haciendo bien el cálculo? ¿En qué invertirías ese tiempo si pudieras destinarlo a otra cosa?
Voy a compartir lo que se hace en mi compañía. No sé si es habitual en otras pero, por si acaso, échale un vistazo.
Centros para trabajo en equipo
Es decir, Microsoft Teams o Slack. Crea «canales» e invita a participar solo a las personas relevantes. Las conversaciones quedarán organizadas en tablones. Los chat tienen un espacio diferenciado, para consultas rápidas o más informales (animadas con gif y emoticonos, que no falte un poco de humor).
Entre otras muchas ventajas yo destacaría dos. La primera es que el contenido queda visible y permanece, a diferencia de los mails que se pierden en el cyber-mar. Por lo tanto, nos pensamos 2 veces qué decir. No más «paja». La segunda es que tenemos botones de reacción (👍, ❤️, etc,) y éstos sustituyen muy eficazmente los molestos 15 mensajes respuesta con simples ‘OK’ o ‘Done’.
Optimización de los e-mails
Acuerda normas con tu equipo. ¿Por ejemplo? – Indica en el asunto qué quieres que hagan con tu correo: [Action Required], [FYI] etc. – No te olvides de comunicar fecha límite de entrega y responsable de la tarea. – Usa negritas y bullet points. Hablar con claridad, concisión y brevedad por respeto al tiempo de los demás. Además, estamos en la era de la visualización. – Trata de limitar los mails a comunicaciones oficiales o a personas fuera de tu organización. Para todo lo demás, Teams. – No abuses del indicador de prioridad urgente. Pedro y el lobo, ya sabes, no merece la pena estresar a nadie sin necesidad. – Si necesitas más de 3 mails de ida y vuelta para aclarar un tema, algo no se está entendiendo, levanta el teléfono y acláralo de voz. Luego, deja por escrito lo acordado.
Optimización de las reuniones
Convoca solo cuando sea necesario, y usa los siguientes trucos. – Siempre, siempre, no hay excusas: ¡¡con AGENDA!! – Indica en esa misma agenda el objetivo principal de la reunión y todos los temas con su respectivo tiempo estimado. ¿Quién expone cada cosa? ¿Es urgente? ¿Operativo o estratégico? ¿Es para trabajar in situ, informar o tomar una decisión? – Aclara con antelación los roles de cada asistente: tomador de notas (¡ninguna reunión sin acta!), controlador de tiempo/ moderador. – Si será algo breve, por favor, stand up meeting.
Creo que solo me queda añadir que los mails pueden ser grandes «ladrones de tiempo». Se suele recomendar empezar la jornada trabajando en proyectos más complejos, como un informe o una presentación comercial importante. Abre la bandeja de entrada cuando has terminado con ello, ¡o correrás el riesgo de procrastinar!
Estar bien por dentro y por fuera. ¿Qué es, «por fuera»? Si se trata de nuestra apariencia física, a veces es un reflejo de cómo nos encontramos en nuestro interior, de nuestra salud y de nuestro estado anímico. Vamos a pensar que se trata de nuestro entorno. Y el más inmediato, donde tenemos (casi) total capacidad de acción, es nuestro hogar. Cuánta paz cuando todo está ordenado y limpio.
Habíamos adelantado que un buen truco para gestionar mejor el tiempo es dedicar un momento a planificar, y otro a ejecuntar. ¡El primero ya lo tienes hecho con este plan de limpieza, que puedes descargar en Excel aquí!
Empezamos diciendo que se trata de gestionar tiempo, energía y atención. En el caso de la energía, ¿cómo que ni se crea ni se destruye? Podemos generar más dentro de nosotros mismos:
durmiendo más y mejor, gracias a estar más tranquilos y acabar las cosas antes;
con el subidón de avanzar en nuestros objetivos;
con una alimentación sana y rica.
Vamos a por esto último. Yo sentía que dedicaba demasidado tiempo a vagar por los pasillos del súper o del mercado. Compraba por intuición e inventaba comidas sobre la marcha, con lo que me iba quedando en la nevera. Ya con niños, la cosa cambia. Organizarse o petar.
El arte de hacer la compra semanal, en dos sencillos pasos.
No conozco nada más práctico que la app Flanning (sí, el nombre es malo pero dale una oportunidad y verás). Así funciona: 1. Guardas el nombre de tus recetas frecuentes. 2. Introduces los ingredientes para cada una de ellas. 3. Seleccionas las comidas para cada día -la app te indica las «menos usadas del mes»-. 4. Creas una lista de la compra. Seleccionando los días, los ingredientes se guardarán automáticamente. ¡Tachán! Solo te falta añadir los productos frecuentes: leche, pan, productos de limpieza… Puedes crear esa lista aparte, y ganar todavía más tiempo.
En la próxima entrada, una lista de posibles comidas y una planificación de las tareas domésticas. ¡Espero que te sean útiles!
Una gran amiga me hablaba de su desesperación por no tener tiempo para todo. Bueno, no para todo, para cosas tan importantes como hacer deporte, desmaquillarse tranquila o sentarse a no hacer nada. ¿Te suena familiar? Como a todos. En los próximos post, y pensando en ella, voy a recopilar ideas para ganarle tiempo al tiempo.
Empezamos con una lista de «ideas de base»:
Cuando organizas tu vida en casa y ganas esa sensación de logro, eres más productiva en el trabajo. Y al revés. Verás como darlo todo en una de estas áreas te hace estar al 200% en la otra.
Necesitamos un tiempo para planificar qué vamos a hacer y cuándo; y otro, para ejecutar el plan. Haz las cosas con presencia en el aquí y el ahora, no pensando en lo que te queda por hacer, o te estresarás.
No solo necesitamos racionar o gestionar el tiempo, tambíen la atención y la energía. Son finitas, y encima se reducen según nos vamos haciendo mayores.
¿Quieres hacer ejercicio, escribir un blog, o trabajar en cualquier otro proyecto personal? Levántate más temprano y que sea lo primero que haces en el día. Primero, te dará un subidón de energía empezar sabiendo que has avanzado en lo que haces “para ti”. Y segundo, sabes que si lo dejas para más tarde, tus pequeños marroncitos del día te enredarán, y lo pospondrás un día más.
Te recomiendo leer, si no lo has hecho ya, The subtle art of not giving a f*ck, de Mark Manson; Esencialismo, de Greg McKeown, y La Magia del Orden, de Marie Kondo. Y ver Minimalismo, el documental de Netflix. Simplifica. Revisa qué es esencial, de verdad, para ti.
Me habían recomendado Comunicación no violenta, de Marshall Rosenberg, muchas veces y la verdad me daba pereza leerlo. Ahora que por fin me he animado a darle una oportunidad, creo que debería estar incluido en todos los cursillos pre-matrimoniales, de preparación al parto, en los colegios e institutos, AMPAs, asociaciones de vecinos, autoescuelas… vamos que no quede una sola persona sin nociones básicas de CNV. Nos ahorraríamos tantas broncas.
Algunos de los conceptos que más me han gustado son:
Cómo conectar con otras personas y contigo misma. De verdad, poniendo en práctica estas técnicas y herramientas, notas cómo en momentos de conflicto tu furia interior se mitiga y te vuelves más capaz de empatizar con los demás y de auto-comprenderte. Eso tan difícil a veces.
Asumir nuestra propia responsabilidad. Sustituir los «debería» por los «yo elijo […] porque yo quiero […]». Muy en la línea de mis queridos Víctor Frankl y Edith Eger.
Dejar de sentirnos culpables por los sentimientos de los demas; no dejarnos manipular o hacer chantaje emocional. Lo que digan y hagan los demás puede ser el estímulo, pero nunca la causa, de nuestros sentimientos
Aprender a observar sin evaluar. Qué difícil. Con el daño que hace juzgar tanto como nos han enseñado.
Mejorar nuestro vocabulario de sentimientos. No es tan fácil aprender a identificar y expresar emociones, como decíamos en este post.
Estar en armonía con nuestrar propias necesidades.
Solicitar más en lugar de quejarnos.
Perder el miedo a mostrar vulnerabilidad y a ser compasivos.
Expresarnos de forma más efectiva y honesta, evitando respuestas de autodefensa o de bloqueo en los demás.
Educar sin premios ni castigos (ni físicos ni de ningún tipo).
Disfrutar. El autor habla de qué puedes hacer para enriquecer la vida.
Ya he empezado a poner en práctica el aprendizaje, espero saber transmitirlo a mis hijos y que les ayude a crear un mundo un poco más pacífico ¡y a llevarnos bien!
Contar una historia emocionante en solo unos minutos. Remover alto por dentro. Esto es lo que consiguen todos estos cortos que puedes ver con tus hijos, ¿conoces alguno más?
Inner Workings: ¿Cerebro vs corazón? O cómo disfrutar de la vida, incluso cuando tu trabajo en ‘Boring, Boring and Glum’ te podría arrastrar a la rutina.
Es lo que significa ser padres, según el lema de José Ramón Gamo, socio fundador y director pedagógico de Centros CADE, director técnico de la Fundación Educación Activa y autor de Neuromitos En Educación. Es decir, que vamos a dar un pasito hacia atrás en nuestra carrera profesional (y no solo en eso), para dar un gran salto criando a nuestros hijos. Me recuerda al «pero compensa» que te dicen los padres primerizos con sus ojeras hasta los pies.
Me encantó escucharle ayer, de nuevo, y esta vez en el cole de mis hijos. ¿Qué recomendaciones he extraído para poner en práctica desde ya y para investigar más?
Saber que no podemos gestionar las emociones pero sí el comportamiento.
Exponer a la frustración, para entrenar la parte del cerebro que evalúa consecuencias y nos inhibe cuando es necesario. Sin p*tear, y perdón por la expresión.
Leer El Universo de las Emociones. El primer paso para regular nuestros sentimientos es ponerles nombre; los padres necestiamos alfabetizarnos porque nuestro vocabulario en este campo semántico es muy pobre.
Tener en cuenta que las emociones se recuerdan con una conducta y una respuesta somática asociadas.
Tomar consciencia de nuestros automatismos, como decíamos en este post.
Entender cómo funciona el cerebro del niño, te recomiendo este libro para saber más.
NO EXPONER LAS PANTALLAS.
Jugar a juegos de mesa, especialmente el ajedrez, y por favor con los padres.
Desarrollar la compasión, no nacemos con ella. Altruismo y cooperación son los dos atributos del homo sapiens que nos han traído a donde estamos.
José Marti dijo que hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. También hay quien responde que lo importante no es eso, sino regarlo, criarlo, y que alguien lo lea.
Como tengo dos hijos, voy a decir que ya he cubierto los propósitos con este blog y sembrando unos plantones. Aquí puedes leer acerca de cómo fue mi experiencia como voluntaria en ARBA.
La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono transformó un vertedero en la Casa de Campo de Madrid un un vivero y un huerto donde se trabaja con cariño y esfuerzo para recuperar la flora de nuestro ecosistema.
Algunas de las actividades donde cumplen una gran labor divulgativa y práctica son:
1) Viverismo Un sábado al mes, podemos ir con nuestras familias a colaborar con ARBA. En solo una mañana, la unión de tantas manos multiplica rápidamente los resultados.
2) Excursiones con el colegio Las ventajas para nuestros niños están clarísimas: pasar tiempo en contacto con la naturaleza, comprobar la utilidad de lo que han aprendido en los libros e incrementar su autoestima trabajando por una buena causa.
Esto no me lo habían contado 